Pequeña reflexión de la vida diaria.
Image by lindeej
Salgo del trabajo y voy conduciendo a casa.
Cuando estoy en la rotonda de salida el tráfico es intenso.
La rotonda tiene dos carriles y cuando yo entro viene un coche que quiere salir.
¿Cuál es la reacción de la otra conductora aparte de frenar?
AGRESIVIDAD. Malos gestos y palabras del tipo «mira lo que haces».
El fallo puede ser de las dos, quizá más de ella por no señalizar que salía de la rotonda.
Tras su reacción despierta en mí lo mismo: rabia y agresividad.
Esto me lleva a pensar (conducir media hora invita a pensar y cantar), que cuando se trata de reacciones rápidas e instintivas, solemos reaccionar respondiendo con la misma moneda.
¿me habría enfadado yo si ella me hiciese un gesto menos agresivo?
Probablemente no. ¿Le habría alegrado a ella que yo le hiciese un gesto gracioso de perdón?
Pues no lo se, según el caracter de la susodicha.
Cuando sonríes a alguien, es muy muy raro que no te devuelvan la sonrisa.
¿Por qué no probar a pagar con esta moneda con más frecuencia?
¿Por qué parece que vamos permanentemente a lo nuestro, con nuestra burbuja a cuestas?
Somos personas. Los demás también. A veces nos olvidamos.
Un poquito de amor y comprensión nunca está de más.