Esta semana vamos a dedicar un momento a encontrar nuestro eje… Nos encontraremos un poco más con nosotros mismos, con nuestros sentimientos, dejando nuestras preocupaciones pasar, concentrándonos…..
Puedes encontrar un ratito en el día-a-día; ponte de pie y cierra los ojos. Siente tus pies firmemente arraigados, siente la tierra, el calor, la fuerza. Poco a poco, mientras mantienes los ojos cerrados y en una posición cómoda, mira hacia tu interior, identifica tus sensaciones.
Deja el peso caer y busca tu eje, una línea que cruza todo tu cuerpo y te mantiene.
Mira hacia dentro…. ¿lo ves? Ahí esta lo que necesitas: dentro tienes fuerza, valor, energía, optimismo, dulzura, alegría… Esta todo ahí.
Concéntrate y cuando inspires, siente como todo eso que deseas, esa alegría, esa fuerza, entra dentro de ti y te llena, se expande por tus venas, fluye veloz por tu cuerpo. Cuando expiras, deja salir los malos sentimientos, la apatía, el pesimismo, el rencor, la envidia, la tristeza….
Sigue profundizando y verás como las cosas cambian después de haber acariciado un poco tu interior.
Tras Resetear, esta semana vamos a empezar a conectar con nuestros 5 sentidos…
Caminamos por el mundo tan a ciegas, a sordas, sin tacto, nos falta gusto con frecuencia y no vemos más allá de lo que tenemos delante.
Esta semana puedes tomarte un ratito y ejercitar el sentido del gusto. Para eso, trata de desviar el resto de sentidos y centrarte únicamente en el paladar. Viviendo como vivimos en la parte del mundo más privilegiada, comemos verdaderas delicias a diario sin paladearlas: el pan fresco recién hecho, el agua fresca a la que no se le encuentra sabor, chocolate derritiéndose suavemente, fruta dulce….
Puedes elegir lo que hoy tengas para comer, o escoger tu alimento favorito; siéntate con calma, en silencio, y cierra los ojos. Percibe todos los matices del sabor y… disfruta… valóralo…
¿No esta delicioso? ¿Notas como se deshace en la boca, lentamente, sin prisas?
Recuerda, esta semana, cierra tus ojos y saborea la vida…
Muchos a punto de volver, muchos adaptándose a la vuelta, muchos que siguen con su vida diaria viendo como la vida esta a punto de volver a fluir con rapidez.
El día a día comienza a volver a la normalidad, los anuncios de la «vuelta al cole» nos rodean, las carreteras a punto de volver a atascarse, las hojas tambaleando conscientes de su ultimo mes antes de poblar las aceras.
¿Y que pasa contigo? Quizá este comienzo es incluso más importante que el comienzo de año para muchas personas. Rompemos con la rutina y ahora tenemos que volver a adaptarnos a ella, pero, ¿nos gustaba todo como estaba? ¿Tenemos nuevos proyectos?
¿Por qué no empezar a revisar los objetivos que nos planteamos a principios de año? Si estamos alejados, podemos reencauzar nuestras «estrategias» para estar mas cerca de donde queremos estar.
Venga, tómate un cafe contigo mismo, dale al botón del RESET y haz copia de tu disco duro, antes de formatear. ¿Que nuevos programas te vas a instalar ahora?
Esta semana vamos a plantearnos si de verdad son las cosas tan tremendas como a menudo nosotros las hacemos.
Frecuentemente el mundo se nos viene encima por «pequeñeces» que calificamos como tales una vez han pasado, pero hemos pasado igualmente el mal rato.
Piensa: Pre-Ocuparte, te estas anticipando a lo que puede llegar a pasar y si por cualquier giro de circunstancias las cosas se resuelven rápido, te has amargado para nada, ¿no es absurdo?
Así que ante los problemas, vamos a tratar de RELATIVIZAR y OPTIMIZAR, tratando de sacar lo mejor posible de cada situación. Es más fácil de lo que parece, no te des por vencido o pienses que no puedes. Propóntelo.
Si esta semana tienes un problema o estás malhumorado o una circunstancia te domina, tómate un minuto, respira y piensa en lo que puedes hacer. Si tienes una solución, perfecto, sino, CALMA.
Incluso las cosas que no podemos cambiar, con todo el dolor que nos puedan generar, hay que dejarlas transcurrir, fluir, y que cada cosa llegue a su lugar.
Cada blanco tiene su negro, cada negativo su positivo.
Seguro que hay cosas que te has planteado hacer y por una cosa u otra no has hecho…
Decirle a alquien lo que piensas de él/ ella,
Atreverte a realizar un sueño,
Dar el primer paso para llamar a alguien,
Luchar por tu equilibrio y no dejar tu bienestar en manos del azar,
Hacer algo que te apetece sin esperar que apoyen tu decisión,
¿Por qué mañana? ¿Porqué no HOY?
Mira a tus pies, en ellos está el primer paso y solo tú puedes dirigirlos… Por algo son tuyos. 🙂
Nos cruzamos día a día con las mismas personas, muchas de ellas sin nombre, otras son compañeras del día a día y saludamos de manera superficial para seguir con nuestros asuntos.
«¿Qué pasa?»
«¿Qué tal?»
«¿Que hay?»
¿De verdad nos importa? ¿De verdad preguntamos con interés? ¿Cuánto tiempo hace que no te preguntan COMO ESTAS y esperan respuesta? ¿Tanto nos cuesta escuchar 5 minutos sin interrumpir?
No es tarde para romper el círculo de prisas y superficialidad para interesarnos un poco más por quienes nos rodean. Como ocurre con la sonrisa, cuando la das, te suelen dar una a cambio.
En esta semana podemos reflexionar sobre si esperamos respuesta cuendo preguntamos como están los demás, si no dejamos hablar, si realmente nos interesa lo que nos cuenten…. ¿Hasta que punto llega nuestro cinismo?
Una vez tengas la respuesta, ya puedes tomar tú mismo una decisión. 🙂
Abre los ojos y siente la inmensidad que te rodea…
Tantas pequeños submundos dentro de una misma cúpula, todos actores de una propia función con un mismo telón.
Cada persona en su burbuja, dueña de sus sueños, sus esperanzas, sus ilusiones, sus frustraciones,…
Imagina esta semana como pueden ser esas burbujas por dentro; que puede pasar por la cabeza de ese chico que reparte los periódicos en la calle, de ese niño que fascinado mira el lento recorrido de una lombriz, de ese anciano que pasea lentamente para comprar el pan…
Cuantas cosas llenan su mundo, como llenan el tuyo.
Imagina también como tus sueños pululan por tu burbuja y como están a tu alrededor, dispuestos a que, una vez estires la mano lo suficiente, puedas alcanzarlos.
Esta semana, imagina que puedes dar un paso más hacia tus deseos, hacia Lo Que Tu Quieres, sin infravalorar aquello que, por muy pequeño que sea, te hace sentir vivo.
Regalo para navegantes brumosos, mi fondo de pantalla temático con el post:
Sumidos en el ritmo trepidante que palpita en nuestros días, a menudo ni nos damos cuenta de muchas de nuestras actitudes…..
¿Os habéis fijado cómo actuáis cuando conversáis con los demás?
Interumpimos….
Tenemos la frase siguiente preparada para intervenir y las palabras arremolinándose sin casi prestar atención a lo que nos dicen…
Utilizamos el «yo» a menudo en nuestras frases…
O al contrario…. A veces no nos apetece escuchar y lo hacemos…
No poner freno cuando alguien nos avasalla contándonos cosas y no dejándonos hablar; no decir «ahora me toca a mi»; no evitar determinadas conversaciones o personas que no nos aportan nada. En esos casos no nos estamos valorando a nosotros mismos y a nuestro tiempo, ¿porqué aguantar cosas que no queremos aguantar?
Piensa, ¿realmente escuchas a los demás? O al contrario, ¿sientes que te escuchan?
Esta semana sugiero tratar de observarnos en nuestras conversaciones, para analizar cuánto escuchamos y cuánto empatizamos.
Cuántas veces divagamos y damos vueltas alrededor de algo que deseamos…..
Cuántas veces decimos cosas que queremos hacer y no nos atrevemos a llevar a cabo, quizá simplemente refugiándonos en la pereza.
Tienes unos propósitos, unos deseos, unos objetivos…. y sabes que hay un camino para llegar a ellos, ¿por qué esperar?
Tómate en serio y acercate un poco más a lo que realmente quieres, huyendo de buscar siempre la aprobación de los demás o de buscar excusas para postponerlo.
Ahora estás tú, cara a cara frente a tus deseos…. ¿qué camino vas a tomar?
Vino a mi mente este pensamiento la semana pasada y quise no esperar más para hablaros del tema. Fue cuando hablaba en alto o canturreaba en mi coche, ya no recuerdo. Y me puse a pensar en lo extraña q nos resulta a menudo algo tan nuestro como nuestra propia voz.
Seguro q a todos nos ha pasado eso de grabarnos y decir: «que raroooo» o «no me gusta mi voz…»; por ejemplo cuando nos sale eco en el telefono y nos escuchamos a nosotros mismos.
Esa extrañeza hace que a menudo nos desvinculamos de esa parte tan importante de nosotros, la que dice lo que quiere, la que transmite uno u otro estado de ánimo.
Desoyendo nuestra voz sonora, también estamos desoyendo a menudo nuestra voz interior, la que nos dicta el camino a seguir, nuestros deseos… esa que a veces esperamos ansiosamente escuchar cuando estamos perdidos (que por cierto, en mi opinión, la voz sigue ahí, somos nosotros los que tapamos nuestro interior con una y otra cosa, haciendo ruido que nos impide escucharla).
Esta semana os propongo que os escuchéis realmente, tanto externa como interiormente. En el post de ayer Asha comentaba que ella se da todos los días los «buenos días» mirándose al espejo… ¿no es esa una excelente manera de empezar el día de otra manera? 🙂
Como ejercicio, para quienes lo deseen, os sugiero elaborar una afirmación. ¿Y eso qué es?
Pues muy sencillo, una frase en la que resumáis aquello que necesitáis «creeros más» y AFIRMAR en vosotros mismos. Por ejemplo, si os consideráis inseguros podéis tratar ese tema de esta manera: «Me enfrento a todos los acontecimientos con seguridad y creo en lo que hago, defendiendo mis ideas cuando lo considero necesario»
O simplemente, podéis utilizar la energía de una palabra y repetirla inspirando y expirando por la mañana o antes de dormir. Para los impacientes como yo, un ejemplo, muy sonoro además: «Calma»
Para reafirmar autoestima física: «No quiero encajar en cánones que me parecen absurdos, me gusto como soy y soy bonita»
Las repeticiones pueden ser las que queráis pero se recomienda por la mañana o por la noche unos 5 minutos, con voz firme y serena, incluso podéis hacerlas frente al espejo.
Os puede parecer gracioso, pero la fuerza de las palabras es increible, y cuando afectan a nuestra voluntad y manera de enfrentarse a las cosas, ni os podéis imaginar.
Es un buen modo de acercaros más a vosotros mismos, a esa persona etiquetada de tantas maneras pero que solamente vosotros conocéis y sentís dentro.