Tenía pendiente la crítica del libro correspondiente a Mayo (si, llevo retraso…) y una semana después de haber terminado el libro, aquí está.
Se trata de «Un día más» de Mitch Albom, conocido por ser el autor de «Martes con mi viejo profesor» (que tengo en mi lista de próximas lecturas) y «Las cinco personas que encontrarás en el cielo». Este último es uno de los libros que mas me ha marcado en los últimos tiempos. No revela ninguna verdad universal, pero sí dibuja una «realidad» o situación que me encantaría fuese posible.
¿Os imagináis que después de morirnos nos encontramos con las 5 personas que han marcado nuestra vida y con sus testimonios podemos entender nuestra trayectoria vital? Me imagino que no seré la única que en algún momento se ha planteado: ¿A dónde vamos con esto?, ¿Por qué sucede esta injusticia? ¿De que vale toda una vida?
En fin, ese es otro libro que os recomiendo encarecidamente, pero no es el protagonista de la crítica de hoy.
En «Un día más», como bien se describe en el subtítulo de la portada, se narra una historia sobre la familia, el perdón y las oportunidades de la vida.
El protagonista, Charles Chick Benetto, tras encontrarse hundido por una serie de fracasos a lo largo de su vida, decide suicidarse y en ese punto entre la vida y la muerte, se encuentra en una realidad paralela, y en ella se encontrará con su madre, fallecida años atrás.
En ese punto, Chick pasará un día con su madre, conociendo y comprendiendo la verdadera historia de su familia.
La historia se narra en primera persona, lo cual la hace más cercana y entre el hilo argumental principal se mezclan retazos de las cartas de su madre, las «veces que no apoyé a mi madre» y las «veces que mi madre me apoyó», lo cual dibuja unas situaciones cercanas y que muchos podemos comprender.
Anteriormente ya os había puesto algún fragmento del libro y para terminar, os dejo aquí algo más:
«He olvidado muchas cosas en mi vida y, sin embargo, recuerdo cada momento de aquel rato con mi madre, la gente a la que vimos, las cosas de las que hablamos. En muchos sentidos fue muy normal, pero, tal como ella dijo, puedes descubrir algo realmente importante en un minuto normal. Quizá pienses que estoy loco, que me lo imaginé todo. Pero en lo más profuno de mi ser, yo lo creo: mi madre, en algún punto entre este mundo y el otro, me dió un día más, el día que yo tanto había deseado, y me contó todo lo que yo te he contado.
Y si mi madre lo dijo, yo me lo creo.
«¿Qués es lo que provoca el eco?», me preguntó un día para ponerme a prueba.
La persistencia de un sonido después de que haya cesado su fuente.
¿Cuándo podemos oir el eco?
Cuando hay silencio y se absorben los demás sonidos.
Cuando hay silencio, todavía puedo oir el eco de mi madre«