Categorías
Ban Batallando con el mundo

Lo Difácil

Uno de los conceptos que aprendí gracias a mi mentora en Coaching, es el término difácil. Me hace sonreír cuando lo digo, como un juego empapado de mensajes.

Me viene a la mente a menudo, no solo por mí, sino cuando escucho a otras personas repetir el tan manido comodín de «no es tan fácil» tras haber escuchado tu opinión o tu consejo. ¡Claro que no es fácil! Es difácil, les digo. (La cara de póker posterior está garantizada claro)

¿No os ha pasado, descubriros vosotros mismos poniendo excusas para algo que no sabéis cómo afrontar? A mi me pasa, claro que sí, dar rodeos antes de estudiar, no acabar de encontrar el momento para algo que me da pereza.

Un «No es tan fácil» se puede contrarrestar con un «todo es ponerse» o un «querer es poder». Y si, tampoco es fácil, claro, pero… yo me pregunto… ¿hay algo en la vida fácil y que merezca la pena? ¿no es el concepto fácil algo relativo? ¿Dónde está la frontera?

No es fácil levantarse de la cama en los días fríos, pero lo hacemos. No es fácil afrontar algunos tragos personales, o escuchar gritar a los niños, o sacar al perro por la mañana o mil cosas más que hacemos por costumbre, que tenemos asumidas. Son una responsabilidad para nosotros.

¿Puede ser ese el factor que te acerque a lo difácil? ¿La responsabilidad sobre tu propia vida? ¿La capacidad de elegir? ¿Tiene toda decisión personal una parte de fácil y de difícil? ¿Emanamos subjetividad por todos poros de nuestra piel?


Image by lyddie

Yo creo que sí. Que todo es ponerse, que el instinto tiene una campanita y te recuerda lo que quieres. Cuando estás sumido entre las dudas, hay un faro girando y enviando destellos hacia donde tienes que ir. Entre la fe y las brumas, te acercas hacia lo que quieres.

No es fácil decir que no a un abuso, no es fácil dejar a alguien que te consume, no es fácil tener el valor de luchar por hacer un sueño realidad. No es fácil quererse bien, no es fácil tener un jardín florido y exuberante, ni fácil es aprender a bailar el tango o la danza del vientre. Tampoco es fácil ponerse a dieta, aprender a escuchar a los demás, soltar las amarras de lo que ya no es nuestro.

Pero… ¿y lo que sientes cuando lo consigues? Esa liberación de no llevar en la mochila lo que no te corresponde. Esa aceptación y respeto por uno mismo. Esas flores esplendorosas en la terraza. Esa respiración liberada sin el peso de la angustia. Ese sueño cumplido, en forma de viaje o proyecto. Ese control sobre el cuerpo bailando lo que siempre has querido. Eso, queridos míos, no tiene precio, y por ese motivo cogemos las riendas de nuestro caballo, para galopar salvajemente o para ir al paso disfrutando de la luz del sol.


Image by lyddie

 

Categorías
Ban Batallando con el mundo Desde mis Brumas

Pobrecitos los niños de África.

A través del comentario de Tegala en mi post anterior, me ha hecho querer compartir con vosotros un ejemplo de actitud. Tegala comentaba que en ocasiones es muy difícil salir de la espiral negativa y reirse, que cuando se acumulan las cosas poco más sale que risa de loca. Y estoy con ella, se que parece muy fácil y por eso el mérito de quienes pueden a veces girar la espiral, bien sea apagándose hasta el día siguiente (un reset a tiempo puede ser muy beneficioso), alimentándose con algo positivo o relativizando la situación sin dejar de luchar.

TODOS, por muy divinos y positivos que seamos en algunos momentos, tenemos momentos de desconsuelo y de falta de fe. Eso no es malo para nada. ¡Qué podemos hacer más que comprendernos, dejarnos estar tristes y ponernos al sol cuanto podamos para llenarnos de una luz necesaria!

Lo que os quería contar hoy está también relacionado con Tegala, y con Shubhaa. Ellas tienen un amiga y vecina con un coraje admirable; es una valiente, como muchas de vosotras, y afronta sus realidades y problemas cotidianos (que son bastantes) con una actitud ejemplar, desprendiendo un amor interior y una serenidad que me encantaron.

Tiene una frase con la que relativiza sus propias circunstancias y descarta la opción del victimismo. Os la dejo por si a vosotros os enriquece y hace sonreír como me sucede a mí.

«Pobrecitos los niños de África» y no yo.

Categorías
Ban Batallando con el mundo Desde mis Brumas

Menos drama

En este desenfrenado trajín de vivir con una misma, no faltan los ajustes, las actualizaciones de software, las reflexiones, el ensayo-error, el mirarse al espejo.

De esto no hay que olvidarse, limpiar muy bien el espejo y recorrernos con el cuidado y el amor que miramos a «los nuestros». (¿Y es que quien es más «nuestra» que una misma?)
Las relaciones, incluida la nuestra propia, son como las plantas. Nunca hay que olvidarse de regarlas según necesitan, en unas épocas más que en otras; echarles abono de vez en cuando; darles cariño y hablarles, aunque a veces pensemos que no nos escuchan. Dejar que la energía de las palabras, la luz del sol y la vida, potencien su crecimiento y fortalezcan su propia raíz.


Image by Pavojinga

Es en ese espejo donde a veces te das cuenta de las tonterías que haces y quiero compartir con vosotros uno de los trucos que mejor funciona ultimamente. Es como el limpiador azul multiusos que se usa con el espejo, que vale-pa-tó!

El humor. Reirse de una misma, de uno mismo, de la situación, de nuestros enfados, berrinches y dignidades. «Hay que ver, que no me ha llamado» – «Hay que ver que solo se acuerda de mi cuando le interesa» – «que torpe soy, hoy me he expresado fatal en la reunión»…. etc… etc…

RÍETE. De las cosas que te tomas de manera personal, de tus torpezas, de tus enfados, de los pequeños dramas que nos construimos, de que te parece muy fácil esto que te cuento.

RÍETE. ¿por qué? Porque siempre hay mayores problemas de los que tenemos (por increíble que parezca), porque tienes mil motivos para dar las gracias y porque la vida es cuestión de actitud. ¡Relativicemos! ¡Seamos naturales! Si puedes elegir, ríete!

Categorías
Batallando con el mundo Desde mis Brumas

VER-GÜEN-ZA

Vergüenza del país en el que vivo, sentimiento que ya tenía y hoy explota.


Image by finit2infitity

VER-GÜEN-ZA de…
…vivir en un país repleto de mafiosos, influencias y corrupción.
…el descaro y la sinvergonzonería disfrazado de gracia
…la inmovilidad
…el egocentrismo de creernos europeos durante tanto tiempo cuando siempre hemos estado a años luz.
…estar tan lejos de la conciliación familiar
…un nivel de respeto por los suelos
…ver como no se hace nada por salir de una situación insostenible
…la carencia de inversión en educación, investigación y desarrollo
…la escasez de civismo de nuestra sociedad de cacas de perro en las aceras
…los aprovechados que explotan aún más a sus empleados porque si no eres tú, será otro.
…ver cómo se castiga a los valientes que se atreven a cuestionar a los poderosos
…defender en el extranjero a un país que no se merece el respeto y fomenta sus propios tópicos
…la cultura del beneficio rápido y sálvese quién pueda
… los políticos, los hagos y des-hagos, las maniobras de distracción, los ladrillos, los amiguismos…
…ver que nos acordamos de Sta. Bárbara cuando truena y ¿ahora nos damos cuenta que estamos lejos de Europa?

TRIS-TE-ZA al ver…
…que 1 de cada 4 españoles está en riesgo de pobreza o exclusión social
…que nuestra población estará envejecida y a nadie le importa
…que justificamos con «salir de la crisis» barbaridades como montar plantas petrolíferas donde no se debe
…que los jóvenes con talento vuelven a verse obligados a emigrar para desarrollar su carrera.
…que para formar una familia tienes que hacer cálculos y malabares
…que para formar una empresa o ser autónomo tienes que hacer lo mismo, y más.
…que al final se grava a las clases medias y se aprietan el cinturón los de siempre
…que no hay cojones donde tiene que haberlos, reformas, limpieza y valor
…que me sentiría más orgullosa viviendo en alguno de los países con los que trabajo
…que «la justicia es igual para todos, pero para unos más que para otros».
…que vivimos cuesta abajo y sin frenos. Todo rápido, todo fácil.
…que la bola de nieve crece y crece y crece…

Categorías
Batallando con el mundo De todo un poco En mis ojos

El Almendrito Valiente

Era diciembre. Frío. Helado. Todas las hojas ya se habían marchado.
En el campo se respiraba esa calma tan propia del invierno.
Las ovejas pastaban tranquilamente.
Los pájaros se atrevían con solos y coros.

El almendrito más nuevo de la zona desconcertó a los presentes.
Abrió la primera flor sin consultar, sin coordinarse con sus compañeros como cada año.
Bullía de ganas de abrirse a la vida. Ardía en deseos de perfumar su entorno.

Una vez desplegados los pétalos de su primera flor, no cesó de expandir su aroma.
Consciente de lo efímero del momento, no había más que presente.
Aparte las envidias, las miradas de reproche por su osadía, las palabras no dichas.

Se sitió junto a la muralla de la finca, aparte de todos los almendros alineados.
Se dejó querer, observar, piropear.
No eran tantos quienes le observaban.
La mayoría de los conductores que pasaban por allí, estaban gobernados por la prisa.

Pero a él todo le daba igual.
Abría sus flores, se colmaba de sol, de mimo, de vida.
pronto perdería sus flores y se concentraría en sus hojas.
Después vendría el esfuerzo de dar sus frutos.
Quedaba todo eso tan lejano. Las hojas, el tiempo, los frutos.

Sólo presente, una mañana llena de luz, los mimos, la vida.

Categorías
Batallando con el mundo Desde mis Brumas

Pasan las luces

Difícil abarcar este año 2011, en el que he visto sufrir a mucha gente, injusticias y situaciones que nos llevan a un camino complicado por el que seguir transitando en 2012, con una mayor sonrisa si cabe para dar luz a todas las sombras.

2011 ha sido un buen año para mi y le doy gracias. 3700 km viajando hacia la población más al norte de Europa, 6300 hacia el oeste para recorrer las calles de NYC. Praga, Amsterdam, Bruselas, Galicia, Madrid… Siempre latiendo en cada paso y llenándome de vida. Viajera de profesión y sentimiento.

2011 me ha dado equilibrio y estabilidad. Un lugar tranquilo donde establecer el rumbo que quiero seguir tomando y determinar los próximos objetivos vitales. 2012 me requerirá esfuerzo, control y algunos sacrificios para conseguir aquello que deseo algún día. ¿Lo demás? No lo sé, cada día será un regalo y espero que no me abandone la actitud que me ayuda a saborear desde la flor de un almendro hasta las confidencias con una buena amiga.

Cambiaré de año tranquila, bien acompañada, con una de mis comidas y vinos favoritos, riéndome recordando y reviviendo a Martes y 13, despacito y comiendo cacahuetes con chocolate cuando den las 12. Porque como dice mi hermano, si empezamos el año con prisas, éstas no nos abandonaran el resto del año!

Feliz comienzo. Abrid este año nuevo con la ilusión de un niño que ignora su regalo, con sorpresa, fascinación y entusiasmo. ¡Chin chin! 🙂

«…Brilla, salta, brisa, navega, vuelan, suenan, cantan sirenas,
setos, ramos, árboles, montes, campos, sierras.

(El horizonte)

No importa lo que digan, hay quien nacen estrellados,
otros nacen con estrella, muchos dejaran sus huellas
bien pegadas al asfalto, hoy salto alto,
mi rutina es gloria, me tiré de la noria.
Lo intento porque siento, porque vivo en movimiento,
en busca del momento mediante la constancia,
en la casa, en la almohada, en el alba de la mañana,
todos renaceremos un millón de veces
y la suerte compadece cada instante
ese perfume se convierte en diferente
si mis fotos son contigo, un pequeño visitante,
un ambiente diferente y la vida por delante,
la suerte de tenerte,
la suerte de escucharte….»

Categorías
Batallando con el mundo Desde mis Brumas

Gripe en el alma

Hace poco más de una semana me sucedió algo que no recordaba haber experimentado. Sufrí una gripe del alma. Alguna vez había tenido un resfriado emocional, coger frío por dentro a causa de algo y pasarlo mal unos días, estornudando y sintiendo las secuelas físicas de un problema.

Sin embargo esta vez no he podido distinguir una causa. Es posible que esté ahí y yo no la vea, claro que sí, pero racionalizando no llego. En los últimos tiempos, siento equilibrio en la vida, tengo la capacidad de relativizar en lo posible las cosas malas y valorar y agradecer lo que la vida. La semana pasada no podía. Me invadió una tristeza, afloró un resfriado incómodo y la debilidad se apoderó de mí.

Apatía. Sentimiento de avestruz queriendo desaparecer. Tristeza. Un cristal sucio por el que mirar y verlo todo desvirtuado, sin color ni brillo. Todo me costaba esfuerzo.

¿Pueden ser las energías de personas tóxicas que tengo cerca en el trabajo? ¿Un mal virus? ¿La cercanía de la Navidad? ¿Algo que no alcanzo a ver?

No lo sé ni me quiero psicoanalizar más para averiguarlo. Me di permiso para estar mal, para dejar salir la tristeza y la apatía como cuando nos refugiamos bajo la manta a sudar una gripe. En mi lucha contra el exceso de auto-exigencia me permití no necesitar saber la causa y simplemente dejarme estar hasta recuperar las fuerzas.

Tras 3-4 días de gripe, con el coraje de no sentirme yo misma (con la capacidad de valorar lo que me da la vida cada día), y tras un intento fallido de homeopatía, probé el Remedy Rescue de las Flores de Bach. Me lo habían recomendado alguna otra vez y no lo había probado, pero esta vez me fue de fábula. Por tanto lo recomiendo. Lo llevaré conmigo y lo volveré a probar cuando tenga ansiedad, así veré si fue casual o causal ese bienestar.

Por fin volví a estar alegre. ¡Que emoción y que buen sentimiento volver a valorar tantas cosas que la tristeza no me permitía! Las luces de la mañana y las primeras flores del almendro, eso es una joya.

No dejo de ver los ciclos y espirales, el latir de la vida, la decadencia y la abundancia, el barbecho, la siembra y la cosecha.
Ver la luz gracias a la oscuridad. Y os puedo decir que esas preciosas flores de almendro me emocionaron más que nunca. 🙂

«Un faro quieto
nada sería
guía, mientras
no deje de girar
no es la luz
lo que importa en verdad
son los 12 segundos
de oscuridad…»

Categorías
Batallando con el mundo Desde mis Brumas

Noviembre Extraño


Image by raindropsmelody

Y aquí estoy en otro ordenador que no es el mío, batallando contra las circunstancias malignas que han aliado a los problemas de la red de Vodafone con supuestas incompatibilidades entre mi portátil y el router de la red casera. Vamos, el triángulo del mal generando una dosis notable de mala leche que tras varios intentos de hacer un post, subir fotos o intercambiar información, hacían que me salieran calaveras y exclamaciones por la boca.

Mientras se me pasan algunos trenes de post que no serán publicados (ahora); las musas me sacuden pidiéndome atención, la energía se revuelve en espirales buscando una salida para limpiar la incertidumbre y hacer crecer el optimismo.

Este Noviembre está siendo extraño. Laboralmente comenzó el mes con 5 de mis compañeros fuera, nuevas estrategias que no comparto y la frustración del empleado que no pinta nada ni comprende a los directivos de coches caros y decisiones incoherentes en los momentos menos indicados. Tres compañeros más han ido abandonando el equipo en estas últimas semanas (afortunadamente por voluntad propia -viendo el percal,claro-) y nos quedamos aquellos que vamos a tener que pelear mucho y trabajar el doble.

Me motivan nuevos retos y me siento afortunada por tener un trabajo y es más, un trabajo que me gusta; aunque no sea mi objetivo último, me enriquece y me aporta experiencias fantásticas. Momentos muy duros y momentos afortunados. Esfuerzo y compensación.

Las energías de Noviembre han fluctuado bastante. Mis conflictos habituales se han enfrentado con el cuestionamiento de la confianza, ese vaso de cristal que se empaña y a veces no te deja determinar los niveles de cercanía de las personas. Dilemas y sentires que me llevan a la raiz y a lo básico: Lo que no se da se pierde. Si has dado algo a quien no ha sabido valorarlo y lo has dado de corazón, bien hecho está. Dias de contradicción en los que… ¡Hasta las runas salían al revés!

Y el amor, por encima de todo, disipando desazones y tristezas. El amor acercando lo que añorábamos, lo que creíamos lejano y está dentro de nosotros tan completo, sin haber perdido intensidad por el paso del tiempo. Ese amor de la mano de la comprensión, la empatía, la aceptación y la serenidad. El amor que nos lleva a perdonar y a suavizar nuestras expectativas. Amor que nos acerca un poquito a un utópico dar sin esperar. Amor que nos hace ver en la naturaleza, en el cielo y en las pequeñas cosas de cada día. Gracias, más por favor.

Noviembre me traerá unas merecidísimas vacaciones que empezaré el viernes. Volveré a mi tierra de los volcanes por fin; parece que hace tanto tiempo y ni ha pasado un año! Hay lugares energéticos que conectan con algunas personas y en mi caso, creo que tengo algo con el fuego y la tierra. En Lanzarote palpitan los 4 elementos con una intensidad abrumadora. Cuando estoy allí es como un alivio, similar al que sentí en el desierto de Australia, sumida en las tierras rojas llenas de magia para los aborígenes. Si a los 4 elementos le sumas abrazos infinitos, de aquellos que parece que viviste ayer mismo, no se puede pedir más. 🙂

Este será el caramelito para mi agridulce noviembre. Hoy hace 2 años desde que llegué a mi isla bonita, lo he celebrado como toca y he dado las gracias por lo que soy y lo que tengo. No se si algún día dejaré de tenerlo, o si siempre encontraré algo que agradecer, en los buenos y malos momentos.Espero que así sea, dado que la vida es en gran parte cuestión de actitud.

¡Actitud, actitud, actitud!
¡Un vaso medio lleno, por favor! 😉

Categorías
Batallando con el mundo Desde mis Brumas Sentimientos

Espinita

No te claves espinitas que no te corresponden.
Conviértete en arquitecta de fronteras lejanas.
Firma la definición de tus propios límites.
Levanta la vista de tus pies.
Inspira… Expándete…
…Libérate…


Image by Eptesicus

Categorías
Batallando con el mundo Desde mis Brumas Musica

Sentidos y sensibilidad


Image by YangY

Hay días como hoy en los que no dejo de percibir los sentimientos como un caudal incontrolable dentro de mí. Esa batalla entre la razón y la emoción parece perdida por hoy. Es tanto lo que no podemos abarcar. La paciencia, la cautela, la comprensión, deberían ser las mejores consejeras.

Hay días en los que hay tantas cosas sin palabras en la invisibilidad que te rodea, que simplemente debes dejarlo pasar. Que venga, sentirlo, y que pase. Son quizá momentos de consciencia más profunda que a una persona emotiva la pueden alterar más que a otra.

Sentir la edad, la madurez, la inquietud. El sentimiento de un hogar que no está más que en mí misma. La pertenencia, el desapego, la rebeldía, la inmadurez y el capricho de querer esconderme entre los brazos de mi madre, como si no hubiera pasado nada. Pero sí pasa.

Pasa. Pasa que solo tengo un camino; los hilos de la vida se entretejen como telarañas; algunas personas se alejan; las echas de menos; unas volverán y otras no. Pasa que solo soy responsable de mis circunstancias. Pasa que los lazos no entienden de distancias y que éstas son la tónica de mi vida. Pasan. Las decepciones, la melancolía, la vida frondosa y los momentos de sequía.

Pasa el tiempo sobre mí, mi barriga se revuelve ante los cambios y los retos. Me balanceo en ese yin-yang que necesita mi vida para equilibrarse. Despedirme, caminar sola, disfrutar de mí, añorar, volver a abrazar. Y así en aparentemente constante repetición.

Me siento hoy más que nunca funambulista danzando a la búsqueda de baldosas amarillas en este camino de Oz que lleva a una yo distinta a la de ayer y un poquito más semejante a la de mañana.