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Batallando con el mundo Psicoanalizando

Personas Barrera

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Hace un tiempo os hablé de un situación que vivía con una compañera de trabajo, ¿os acordáis? (sino, leer aquí)

El tiempo fue pasando y mi relación con esta persona fue mejorando, fui cogiendo un poco más de seguridad y confianza y me dejó de quitar la energía que me quitaba al principio. Cierto es que es una persona agresiva por naturaleza y que utiliza una serie de mecanismos de defensa basados en el ataque. Las ironías de la vida me regalaron una separación temporal en la oficina y posteriormente se planteó la misión de tenerla como compañera a mi lado. Una de cal y una de arena.

Cuando nos mudamos de oficina yo ya sabía que estaría a mi lado, quizá incluso fue una decisión de mi jefa, al considerarme la persona más conciliadora del equipo (y prácticamente la única que se hablaba con ella en esas fechas). Quizá fue casualidad. Sin embargo, para mí supuso todo un reto.

Me considero una persona bastante inquieta, algo quisquillosa con las manías ajenas, pero con esta experiencia me estoy descubriendo como persona paciente y tolerante (aunque me haya planteado hacer un muñeco de vudú con mi querida vecina de mesa).

Para poneros en situación, esta persona, ya enemistada con casi todos los compañeros, es alguien que se refugia en el orgullo de «yo soy así» para comportarse como una persona maleducada que se cree poseedora de toda la razón. A mí me da pena porque no es capaz de ver mas allá, y posiblemente con algo de ingenuidad por mi parte, intento pensar que no hay maldad en muchas de las cosas que hace, sino que simplemente es un completo desastre. Como meter un elefante en una cacharrería. Tiene el don de empeorar las cosas si eso es posible.

Mi vecina aparte de ser torpe, basta, hablar alto, tirar cosas y carecer de «xeito» (buenas maneras), es mal educada, no le importa hacer ruido, camina arrastrando los pies, se cree poseedora de la razón y todo lo malo que le sucede es por causas ajenas mayoritariamente. Los malos somos todos nosotros que no la hemos tratado bien y somos muy susceptibles; es una incompetente trabajando porque no se la introdujo en la empresa como a los demás, los fallos que comete es por falta de información que nadie le ha dado -aunque cuando se le dió ella ya lo sabía todo-, etc etc etc….

No parece importarle hacer bien su trabajo y quizá invierte trabajando el 10% del tiempo de la jornada, entre visitas al facebook, páginas de descuentos, cigarros, cafés y paseos… No se sonroja por aparecer la última en el listado de resultados individual de los miembros del equipo, porque por supuesto, la causa de sus malos resultados, no es su incompetencia sino que sus clientes son los más difíciles.

En breve se termina su contrato y casi está cantado que nos regalará su ausencia, aunque ella ya lo está «vendiendo» como que se marchará ella, porque nunca se ha terminado de adaptar, no se siente a gusto y no le gusta el trabajo (cualquiera lo diría!).

Está claro que no hay más ciego que aquel que no quiere ver. Ella me ha enseñado eso y muchas cosas más. Me he enfrentado con la agresividad, la envidia, la intolerancia, la incomprensión y la individualidad. Cuando crees en el diálogo y la comunicación, cuesta pensar que por muchos argumentos que plantees, haya alguien que no puede ver más allá de sus propios bloqueos. Quizá sí ve, pero no comunica. Quizá su manera de molestar es un modo de llamar la atención y su actitud de «no me importais en absoluto» denote precisamente lo contrario.

Por mucho que intente comprender y analizar, yo no lo sé. Solo se que hay personas barrera a las que sencillamente merece la pena saltar y dejar atrás.


PS: Motivación de la semana… El concierto de Vetusta Morla el sábado… :-))))) ¿cual es la tuya?

7 respuestas a «Personas Barrera»

me ha encantado lo de personas barrera, igual que también hay perosnas que te comen la energía… tienes toda la razón en que lo mejor es saltárselas y seguir… porque ese tipo de personas se creen tan en posesión de la verdad que no quieren cambiar y sin querer, nada se puede conseguir.

al margen de eso para ti ha sido un aprendizaje.

respecto a la motivación de la semana: ninguna en concreto, seguir haciendo la vida que hago a diario, una vida tranquila, disfrutando de mis pequeños paseos con Congo, de mi hija que ahora está en casa de vacaciones, de mis lecturas, de los blogs, tejiendo, de Ron, el pequeño caniche que se ha incorporado a nuestras vidas…

no puedo pedir nada más porque me siento afortunada.

biquiños,

Hola Bruma…

Me da pena por ella… El miedo mata a las personas, ya sea inconscientemente, o conscientemente….

No huyas nunca de una persona barrera, ya sabes, aprendes a superarte, bla, bla, bla…

Pero también nunca tengas miedo…

Un abrazo.

Aldabra: me encanta leerte, gracias por tu comentario. Eres toda una artista sabiendo vivir tu vida. No deja de ser algo a admirar: la consciencia, valorando lo que tienes y lo que eres. Grande!

Jofe: Bla bla bla…
el miedo es otra barrera, que podemos saltar!
Un abrazo bien fuerte!

Querida Bruma, tienes toda la razón, a esta persona vale más la pena saltarla y olvidarse de ella. Eres muy observadora y quizá sus actitudes se deban a carencias pero ha tenido la oportunidad de recoger lo bueno que le brindaban sin merecerlo y tampoco se ha dejado ayudar… así que como no se puede ayudar a quien no desea que la ayuden… salta y vive los aires nuevos.

Besos y abrazos

Qué difícil es lidiar con personas así, y si encima te tocan en la mesa de al lado en el trabajo, es todo un ejercicio de paciencia, y de -como diría Ken Wilber- estar con nuestro yo más elevado, más consciente (y paciente también).
Al final, como bien dices, no te queda otra que alejarte lo máximo posible de ellas… siempre me queda la esperanza de que un día su yo explotará y será un poco más humana consigo misma y con los demás, aunque yo no esté ahí para verlo.
xxx

Cuántos recuerdos de una oficina llena de víboras, jajaja, menos mal que estaba Tronan para compensar el universo! Se confirma lo de que de cada persona podemos aprender algo, aunque sea lo que no queremos hacer ni ser. Lo mejor: cuando no hace falta saltarlas porque caen por sí solas!
Mi motivación para esta semana: la llegada de nuevos niños perdidos.
Besos que saltan barreras

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