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Creo que he avanzado mucho en cuanto a la autoestima, sobre todo en el último año, pero también en los anteriores, desde que me di cuenta de que no tenía buena autoestima. No es ni alta ni baja, sino buena o mala. Y a menudo somos muy cueles con nosotros mismos.
Parecemos nuestro peor enemigo, buscando pegas; nada es suficiente muchas veces y no valoramos nuestros logros como quizá lo haríamos con las personas que queremos. ¿Será que no nos queremos bien? Yo creo que sí…
Todo esto me ha venido a la mente porque anoche tuve una crisis de ansiedad por una tontería, problemas informáticos y cansancio que me hicieron meterme en una espiral de la que me costó 2 horas salir. Que si me agobiaba molestar a quien me estaba ayudando, que si se estaba haciendo muy tarde y aun tenía cosas por hacer, que si que asco todo y que si que mierda yo y que sola estoy -porque en ese momento quizá solo me calma el afecto físico que no puedo recibir-.
Es cruel, y al dia siguiente de tener un bajón me siento fatal y culpable, cuando yo se que escucharía y trasnocharía por esa persona que me escuchaba en ese momento. ¡Cómo si yo tuviera el «deber» de estar siempre feliz y contenta! Así que cuando aun un poco rayada he salido a hacer gestiones de trabajo, dándome un buen paseo, me ha venido a la cabeza que soy un poco tonta por darle tanta importancia y que, ¿por qué no reirme un poquito de mi misma?
Ya esta bien de tanto exigir! Que no soy perfecta y a veces se me cruza un cable, me enfurruño, tardo un rato en desenfadarme y luego vuelvo a ser dulce, cariñosa y alegre. Ea!
13 respuestas a «Humor propio»
Todos tenemos derecho a un bajón de vez en cuando, intenta tomártelos como una oportunidad para demostrarte que eres capaz de controlar la situación y estabilizar tu ánimo.
Y no te consideres «tonta» por dar demasiada importancia a determinadas cosas, sencillamente eres humana y te vas conociendo día a día 😉
Pienso que todos deberíamos luchar por tener una buena autoestima, las personas van y vienen, pero el único ser que va a acompañarnos desde que nacemos hasta que morimos, es el que vemos al otro lado del espejo.
Un abrazo! 🙂
Hola Inguz!
Lo de tonta va con cariño! jajaja…
He aprendido que la próxima vez apago el ordenador antes de desesperarme. Esto del linux es lo que tiene, tengo mucho que aprender!
Te mando un arrechucho para ese que está al lado de tu espejo.
Disfruta del finde! :*
Encender un fuego siempre levanta el ánimo. Hay palabras que arden, tú eres ascua que sonríe, rescoldo infinito, estrella discontínua.
713 abrazos.
Felipe.
:)*
Gracias Felipe.
Pues si, muchas veces le damos demasiada importancia a cosas que no la tienen (tanto, al menos)…
Muchas veces cuando se nos pasa..decimos..pero bueno, realmente ponerme así por algo tan «sencillo».
Lo bueno de esto, que hace que nuestra autoestima tb mejore.
MUAKS.
Sea como sea, tu forma de ser es fantastica. Bicos preciosa
P.D. pusiste cueles en vez de crueles 😀 Cuidate
Eaaa!! Y grítalo bien alto porque tenemos derecho a enfurruñarnos, gritar, tirarnos de los pelos, llorar… igual que tenemos el derecho a ser felices, sonreír, querernos… y en eso consiste, un poquito de sal y un poquito de azúcar, para no olvidar ninguno de los sabores, para aprender a elegirlos cuando queremos uno u otro.
Besos de colores!
A veces es sorprendente la de razonamientos a los que tenemos que llegar para arrancar a querernos y la facilidad con la que nos tratamos mal, así sin más. Supongo que es cuestión de hábitos que arrastramos, conductas de que hacemos nuestras, como si formaran parte de nosotros y que nos hacemos creer que no pueden ser superadas. Bruma, trata bien a Bruma que es muy buena chica, ¿ok? 🙂 Un abrazo, pero así, ¡de pronto!
Sarita: Cuando nos decimos eso es precisamente es cuando es bueno reirse de nosotros mismos. «Mira que ponerme así por eso… jajaja…» Un besote guapa.
An: Que cosas me dices, gracias. Veo que me lees atentamente, corregiré esa letra que se me ha escapado! Bicos, encanto.
Suli: Me ha gustado eso que dices, un poco de sal y un poco de azucar para no olvidar ningún sabor, ni el amargo. Gracias por tus colores. Un achuchon!
Vic: Tienes toda la razón, cuando argumentamos para querernos y no neceistamos pensar mucho para maltratarnos. Trataré bien a Bruma, que lo merece. Gracias y un arrechucho. ¡de pronto también! 🙂
Yo de vez entro en espiral propia. Comienzo lentamente, con suavidad de giro, casi imperceptible, y hasta reconforta la sensación de comenzar a hilar pensamientos en busca de una segura salida.
Pero a medida que voy avanzando concateno recuerdos y cuestiones, enlazo asuntos pendientes y entran en juego, sin invitarles, rencores propios acumulados durante años.
Observo como esa espiral se hace cada vez más estrecha y angosta y yo camino sobre ella más rápido. El humor se torna oscuro y no veo salida. Toco fondo, me golpeo y me levanto sacudiendome la cabeza del testarazo.
Pero son las menos. Las más, que aún así son pocas, pego un zapatazo, me planto y digo «Hasta aquí, me cagüen la lexe». Luego dejo que las cosas sigan como si no hubiera dicho nada, pero se queda uno de un a gustito que no me creo capaz de no volver a hacerlo.
Un besote Bruma por lo humana que eres 😉
Vagamundos: que buena descripción Vagamundos, me identifico con lo que cuentas.
Gracias por esa palabra, humana, me gusta de verdad.
Un abrazo amigo.
Es el típico estado de ánimo de cuando estamos cansados.Hasta la más banal de las menudencias se hace grande y dificultosa.
Ya sabes,querida Bru,los contrapuntos…,en este caso del humor.
Como dice mi amiga Sonia Fides:
«El equilibio es solo una prestigiosa mentira».
Esa tendencia a hacer por el otro lo que no hacemos por nosotros mismos,es porque en el fondo no creemos merecer «lo mejor» para nosotros,pero sí para los demás.(Yo estoy en ello).
Estoy totalmente de acuerdo con Vic.
Besos,Bru.
Almudena, me alegra leerte de nuevo! 🙂
Yo no creo que el equilibrio sea una mentira sino una sensación, muy difícil de evaluar, pero creo que existe, como la felicidad, de manera esporádica.
Sacamos buenas conclusiones, querámonos bien de una vez! Respeto y confianza para nosotras.
Un abrazo guapa.
PS: Me encanta que me digas Bru.