La humildad tiene dos polos: lo verdadero y lo bello.
Víctor Hugo
Porque se que soy humana.
Porque se que soy vulnerable.
Porque se que todo lo que tengo, podría no tenerlo.
Porque fui niña, soy joven y seré vieja.
Porque reconozco la realidad de los demás.
Porque se que lo mío es lo mejor…
…para mí, y no necesariamente para otros.
Porque vuelo, camino, lloro, siento, exploro…
Porque estoy arriba… y abajo.
Porque reconozco mis raíces, cuando estoy escondida entre mis hojas y cuando contemplo la vida desde mi copa .
Porque la humildad nos une y nos hace sentir personas.
«La humildad es algo muy extraño.
En el momento mismo en el que creemos tenerla ya la hemos perdido.»
San Agustín de Hipona.
Una semana más, relatamos las aventuras de nuestro Principito, explorando nuevos países y conociendo a carismáticos personajes. En esta ocasión, es el hombre de negocios quien despierta la curiosidad del Principito… ¿Quieres saber lo que sucede? Te lo cuento…
-desvaríos de madrugada, recordando mi (re)encuentro del miércoles-
Quizá no funcionábamos de otra manera. Yo tiraba, tu te dejabas llevar, me acompañabas, asentías.
Corría revolucionada por la vida.
A veces me cansaba y luego me reponía.
Me miré, me exploré… me redescrubrí.
Quizá no funcionamos de otra manera.
Te quiero tanto y quiero tanto protegerte y cuidarte…
Ya no hueles a ti. Solo a tabaco.
Veo en tus ojos aquel a quien amé.
Por fin apareces, después de las máscaras. Pero tú no eres Tú.
Quizá no funcionamos de otra manera.
Se que soy Mujer Salvaje.
Se que pueden amarme con los 5 elementos.
Se que no tengo por qué tirar siempre yo.
Se que tengo carácter, soy caprichosa, inestable y gruñona.
Quizá no funcionamos de otra manera.
Yo luzco para ti sólo desde arriba, como el sol.
Frente a frente, sólo puedo abrazarte.
Se que podría hacer más si tú no fueras tú.
Y por eso… Quizá no funcionamos de otra manera.
Porque tú eres tú. Porque yo ya soy Yo.
Y en recuerdo a aquellos tiempos, en que deseaba cosas de ti que no sucedían, hoy desearía que me dedicases esta canción…
Yo fui el bandido,
de las llaves de tu barco,
descubrí que no era el mío,
y lloré frente al timón…
quien me iba decir a mí
que esa vela tan bonita,
que esa vela tan preciosa no era la mía, no, no, no,
no era para mí…
Pero no me arrepiento de ná,
tú fuiste mi capitana,
no importa si llegamos a puerto
sólo si recuerdas la ola que nos llevaba
Hoy entregaré las llaves
a ese nuevo navegante,
nunca contrincante,
porque le elegiste tú.
Así que alza la vela,
coge el timón,
sólo te pido darte cuenta marinero,
que lo que ahora tienes es un barco de hormigón
Oh alza la vela,
coge el timón,
sólo te pido darte cuenta marinero,
que lo que ahora tienes es un barco de hormigón
Es que yo fui el bandido,
de las llaves de tu barco,
descubrí que no era el mío,
y lloré frente al timón…
Ella, que soporta nuestro maltrato, debería ser homenajeada a diario, y todos deberíamos dar gracias por los regalos que nos brinda a lo largo de nuestra vida. Es el aire que respiramos, es nuestra madre, reina de la tierra que pisamos, tierra que genera nuestro alimento, que nos hace crecer, que nos baña y nos regenera.
Como reflexión os dejo un vídeo de Greenpeace que a muchos nos hace preguntarnos… ¿Qué estamos haciendo?
Si quieres hacerte ciberactivista de Greenpeace y apoyar sus acciones a través del email, no lo dudes, click aquí.
Tenía ganas de nueva música y por fin va llegando, ya tengo nuevos discos que asociar al momento que vivo; canciones con las que identificarme, hacer mías y asociar al presente que vivo hoy.
Una de ellas es Milonguita, de Nubla, artista única que me acompaña casi a diario. Este tema, con toda su letra, es el punto de inicio de esta etapa que comienza y mi himno de hoy.
Si respiro do mayor no signica que me sienta mejor
Es un intento, es invertir un movimiento
Es no pensar desde lo externo, es no acostumbrarse a este terreno
Si respiro do menor no significa que me sienta peor
Es hacer huecos con los restos del naufragio
Es tomar aire respirando boca bajo
Nunca fue tan grande lo intangible, indefinible
Vamos armados con poderes invisibles
Y a nosotros que crecimos campo abierto, no nos asusta la batalla
Los pulmones hinchados, el polvo en las manos
No nos harán callar…
Y a nosotros que luchamos desde siempre no nos agota la batalla
Somos el grito a los poderes de la mente
Somos diez mil millones mas, somos la gente Somos eterno respirar, somos corrientes Somos la carne, somos luz, somos dementes
Aún no he leído este libro y ya me ha seducido, con sus primeras palabras. Gira entorno al mundo de los olores y los recuerdos y está escrito con una sensibilidad deliciosa.
Os dejo un adelanto de mi podcast semanal, animándoos a su lectura. Yo espero hacerlo pronto… 🙂
«Atreverse es el verbo; frente al temor, el deseo y el atrevimiento.»
Cambian los vientos, mi cuerpo presiente la calma y la reafirmación de la serenidad, algo similar al equilibrio. Seguiré con mis altibajos, mis crisis de identidad, mis debates entre mis dos yos, mis desvelos y mis reconciliaciones interiores. Todo con el fin último de llevarme lo mejor posible conmigo misma y ser feliz. (¿Qué es la felicidad al fin y al cabo? Podríamos divagar tanto sobre esa idea…)
En las últimas semanas he ido cerrando capítulos varios:
– me encontré con mi mejor amigo del colegio, tras 14 años sin vernos, y nos abrazamos como si fuese ayer, cuando merendábamos bocadillos de nocilla en la cocina de su casa, habíamos coreografías o pasteles de barro en la cabaña del bosque.
– me encontré con mi primer (des)amor, aquel que me tuvo soñando con sus ojos tanto tiempo (grises, como el mar en invierno), aquel que cuando le veía originaba que mis órganos se cambiasen de sitio. Tomar un té y reirme de aquellos tiempos en que no me eligió a mi, ver el arrepentimiento en sus ojos, y derretir el hielo, no tiene precio. Me gusta esa yo directa, en ocasiones descarada. Me gustó ser clara y comprobar que si no fue para mi, fue por algo.
– me encontré con mi primer ex, a quien no veía desde hacía 8 años. Vi fotos de su hija y en su felicidad la razón de porqué tampoco era nuestro momento.
– el miércoles me encontraré con mi exmarido, a quien no veo desde hace 10 meses, cuando me fui de casa. Hemos firmado papeles, he recogido todas mis cosas… pero no nos hemos mirado a los ojos aún.
– incluso asistí ayer a la primera boda desde que me divorcié….
Son días de encuentros; con los demás, conmigo misma. Éstos últimos son los que más me importan, porque, al fin y al cabo, encuentro en los demás algo de mi, y es eso mismo lo que hace reseñable el encuentro. Veo en uno a la Bruma soñadora y romántica, veo en otro la Bruma niña -la más auténtica-, veo en otro la Bruma despechada, que sabe perdonar y pasa las páginas.
Encontrándome, encontrándome… me apetece mudar un poquito mi blog, y tras 2 años disipando brumas, llegan colores nuevos y días claros, con o sin tormentas. He cambiado la imagen de mi ojo observador, mas acorde conmigo ahora, y también el slogan de mi blog. Curiosamente era uno de los nombres que barajé antes de dar a luz a Bruma…
En próximos días cambiaré algunos detalles de los laterales, con la intención de que mi espacio sea cada vez más mío, y vuestro, en esta espiral de brumas y luz que me rodea.
Pensaba este post más breve y sencillo, pero así son las cosas. Salen como salen. El mensaje inicial era:
Estoy de vuelta. 🙂
….volveré pa’ contarte que he soñao…
…colores nuevos…. y días claros…
Y por fin voy a poder escaparme de las procesiones que rodean mi casa para encontrarme con…
…mi océano mar…
…mis bosques…
…mi gente…
…por primera vez en mucho tiempo, toda mi gente…
…Rita…mi amor perruno…
…un poco de calma…
…y mañana una carretera y lo más importante…
…Yo misma. 🙂
…me sumerjo entre las brumas por unos días…
…Namasté…
El podcast de esta semana se viste de blanco, como la noche de luna llena que está al caer…
La Agonía Blanca, de Luis G.Urbina
Blanca como esta noche no he visto cosa alguna:
ni el mármol, ni la nieve, ni el armiño. Semeja
el cielo, un gran abismo de plata, que refleja
su luz, en otro abismo de cristal: la laguna.
Sólo, de tarde, en tarde, pasa, pequeña y bruna,
la góndola, que efímero surco ondulante deja;
y cuando, hacia las brumas rutilantes, se aleja,
todo es latir de astros; todo, fulgor de luna.
¿Donde están los colores? En uno se han fundido.
El negro huyó a esconderse. El azul se ha dormido.
El blanco, puro y virgen, sus imperios rescata.
Y en silencio vasto, sideral y profundo,
parece que esta noche se va a morir el mundo
con una inmensa muerte de cristal y de plata.