….et trouvee…
…girando y girando…
Perdiendome… y encontrandome a mi misma entre las calles de Paris…
Tanto hablo de la consciencia… que no era yo consciente de que los pesos de las últimas semanas, el estrés laboral y el malestar físico podrían acumularse y aflorar en algún momento.
Y así fue hoy. Tras otro inconveniente en el desarrollo de los acontecimientos laborales, se me va el alma al suelo por un momento. Mi jefe me mira antes de irse y me dice:
«Realmente quiero que te vayas ya de vacaciones… Necesitas descansar»
Será la falta de costumbre de que un jefe se preocupe por ti, el mío es un sol, y quizá por él (que llegó hace unos meses) sigo en la empresa.
«Si», le digo. Mis ojos se llenan de lágrimas irremediablemente, aunque intento que no resbalen al exterior. Estoy tan cansada…
«¿Por qué te emocionas?», dice mi jefe.
«Nada… es todo el estrés, que tengo que terminar esto antes de irme de vacaciones…. etc…»
Ya es la segunda vez que me coge en un bajón desde que llegó y me da coraje.
Se acerca y me abraza.
«Vete pronto y descansa anda».
Después de irse, seguí llorando un buen rato en mi oficina (es lo que tiene empezar!), mientras rellenaba datos en una tabla y cálculaba fórmulas de Excel automáticamente. Pa’ verme…
Focalizo y pienso en mis vacaciones… en que el sábado dormiré en París y pasearé por sus calles. No pensaré en las dos interminables jornadas que me quedan por medio… Tratando de mandar a mi autoexigencia a tomar café, porque no me deja ni a sol ni a sombra!
Sin duda este año mis vacaciones serán más merecidas que nunca… Tanta fachada de mujer fría y fuerte… y… ¡soy humana! jajaja…
…que no conciencia…
Consciencia de lo que somos, de lo que sentimos, de lo que elegimos.
Me equivoco, pero soy consciente. Es el primer paso. El segundo puede ser deternerme o seguir en mi error, en la consciencia.
Siento, y soy consciente. Puedo hacer lo que quiera con mis sentimientos. Soy consciente de ellos, e incluso puedo elegir ignorarlos. Pero sé que están.
Vivo y soy consciente… ¿Soy consciente?
Elijo en la consciencia de mi situación.
Camino sabiéndome ese camino que piso.
La consciencia lo es Todo.
Los días pasan y me sigue sorprendiendo la inquietante aparente serenidad de las sucesivas despedidas. Alguien a quien he querido a gritos se aleja y parezco impasible, dejando marchar…
Me siento como donando sangre, cuando miro hacia otro lado siendo consciente de lo que está pasando, mientras mi cuerpo regenera lo que a la vez estoy perdiendo.
¿Será supervivencia? ¿Estoy anestesiando mis sentimientos?
Le echo de menos. Les echo de menos.
Añoro.
Recuerdo. Y ya no sufro más. No quiero.
Mis puertas no tienen cerraduras.
Image by furtivelungs
Esta semana en Tinta Digital publico un nuevo podcast poniendo voz al texto de Autorrechazo, de Jorge Bucay, que ya comenté en este post.
A mi me sigue estremeciendo, incluso escuchándome a mí misma… Quizá más por ello… Habla mi propio autorrechazo.
Espero que os guste.
Accede al post en Tinta digital. Aquí.
Hace unos días, Galleguiña me enviaba este vídeo que me hizo reir de nuevo con esta campaña y reavivó mi morriña… No es difícil entender el gallego, aunque quizá solo nosotros le sacamos toda la gracia. Espero que os guste!
¡Feliz semana!
Actualización: Repetimos el concurso de la semana pasada, que aun no tiene acertante. Los temas de hoy corresponden a posts de los últimos días…. Solo hay que curiosear, escuchar, y lo encontraréis! 🙂
¿De qué canciones son estos fragmentos?
Tic tac tic tac….
En Inglés:
Give it up, do as I say
Give it up and let me have my way
I’ll give you love, I’ll hit you like a truck
I’ll give you love, I’ll teach you how to …
I’d like to put you in a trance, all over…
…y en Español:
No puedo creer que es verdad
que tanta felicidad
hay viajado hasta mi
y simplemente aprendí
que el cielo siento alcanzar
pensando que voy a amar
por eso no puedo así
quitar mis ojos de ti.
Musica Maestro: Todos los Domingos sobre las 22 horas GMT+1…
Y en el número 50 elegimos ganador….!!
Post-Data: No vale googlelear la letra!!
Otra de mis imágenes preferidas de mi Camino de Santiago…
Esta tiene historia. La hice cuando me equivoqué de montaña y llevaba ya un rato subiendo por donde luego supe que no era, en mi segunda jornada de camino. Valió la pena por la tranquilidad absoluta que reinaba en el amanecer y por contemplar como la luz iba descubriendo los matices y la vida que me rodeaba.
A veces incluso equivocándote encuentras cosas que merecen la pena… 🙂
Feliz fin de semana!
Ya os comenté algo del comienzo de mis pérdidas pero no os conté la historia completa ni reflexioné con vosotros un poco sobre el tema, y no deja de generarme curiosidad.
¿No os pasa a veces que parece que vives capítulos temáticos de tu vida? Hay épocas en las que todo parece girar entorno a un tema común, aunque haya otros argumentos por el medio, pero hay un «hilo argumental» que predomina. A mi me pasa a menudo…
En estas semanas estoy tratando con el desarraigo y ya he llegado a un punto en que me hace gracia. Cierto es que en los últimos tiempos me siento más equilibrada, más serena, y relativizo más casi todo, tanto lo bueno como lo malo (a pesar de que no puedo dejar de ser entusiasta).
Sobre mi cámara de fotos extraviada no os conté la parte divertida. Estaba despidiéndome de mis compañeros del camino en el aeropuerto y allí se debió perder. Tras despedirme de ellos, con penilla, sonreía porque ese mismo día iba a encontrarme (primero fugazmente con una y luego con otra) con dos personas muy importantes en mi vida actualmente. Pensaba: «Que suerte tengo, lo bien que lo he pasado este día y hoy veré primero a M y luego a A… Si no soltamos nunca podremos encontrarnos con lo siguiente….» (etc… es difícil plasmar un pensamiento).
El caso es que subí al avión, saqué mi libreta y escribí literalmente:
«Soltar para volver a encontrar…
Si nos aferramos a lo que se va, perdemos la oportunidad de nuevos encuentros.
¡Cuántas cosas nos perderíamos entonces!
….
Imagina la sensación de cuando te vas de un sitio y alguien te espera en otro»
(jaja! Y tanto que me estaba desprendiendo yo…)
Poco después vi un paisaje tan bonito que se me ocurrió hacer una foto desde el aire…. y ahí llegó la angustia al no encontrar mi cámara y no poder avisar a nadie, porque no podía usar el móvil obviamente. Quizá hubiera llegado a tiempo y seguiría en el banco del aeropuerto, quizá ya me la hubieran cogido… Da lo mismo, tenía que ser así…
4 días después, en Londres, mi ordenador de trabajo suspiró por última vez y este lunes me confirmaron su muerte. Se llevó con él muchas cosas de mi trabajo más reciente que todavía no tenía copia, y se que me acordaré de más cosas cuando pase el tiempo y busque archivos que no use a menudo, pero en fin… let it flow…
Así que,en proceso de perder un marido, me manejo con esto del desprendimiento. Estas dos semanas se fue mi cámara, mi disco duro, alguien tan especial que no podemos entendernos en el mundo real, alguien del pasado con quien resolví una cuenta pendiente y dejo marchar, algunas de mis angustias y dependencias, etc…
Y tranquilamente y con mucha filosofía dejo que las cosas sigan su curso: ya tendré una cámara mejor o más mía; tras «limpiar» mi disco duro, mi portatil funcionará fluidamente; quizá el destino vuelva a confluir los caminos con esa persona especial, quizá no; y el pasado quedará donde está, ahora con más explicaciones.
Camino y lentamente se caen las cosas que pesan, que no necesitaré… Haciendo sitio para lo que ya viene y se escucha como las olas del mar, lenta e inexorablemente acercándose…
PS: Vaya retaíla he soltado…. Y tú, ¿de qué te desprendes?
Sonando…
Esta tarde he podido disfrutar de una deliciosa tarde de cine. Saliendo a trompicones del trabajo, contenta por haber resuelto cosas, lista para encontrarme con Ella, la mujer nchi. Charlita, paseo, cine, palomitas.
La película, para mí una delicia. Una historia sencilla, más o menos real, pero humana y tierna. Unos personajes bien trazados, mezcla anglo mexicana de diálogos y culturas, una música exquisita y esta preciosa niña que me ha cautivado en su breve aparición. Es Bella… y preciosa…
Sin duda os la recomiendo! 🙂